El aquaplaning es un fenómeno que se manifiesta como pérdida de contacto del neumático en el asfalto causado por una película de agua entre el neumático y la carretera.
Si no hay contacto ya no existe fricción entre las dos superficies, entonces ya no se puede frenar o cambiar de dirección. El aquaplaning es la condición extrema de pérdida de control del vehículo.
Incluso a velocidades inferiores a la crítica (la correlación entre la velocidad y la cantidad de agua), hay una disminución del rendimiento del neumático en superficies mojadas.
Esto es debido a la disminución progresiva de la fricción generada por la presión dinámica del agua presente en las regatas.
Incluso algunas gotas de lluvia pueden provocar, en ciertos asfaltos, pérdida de agarre y control del vehículo.
Asfaltos lisos y polvorientos tienden a ser particularmente resbaladizos cuando comienza a llover, incluso con espesor mínimo de agua.
Esto es porque el agua al mezclarse con el polvo forma una capa muy delgada de lodo altamente viscoso y de difícil evacuación.
El fenómeno del aquaplaning es imputable a varios factores:
Velocidad
Cantidad de agua presente en la carretera
Peso del vehículo
Presión de inflado
Diseño de la banda de rodadura
Diseño del canal (vacío) de la banda de rodadura
Mezcla de la banda de rodadura
Desgaste del neumático
Parcial: cuando afectan a algunas ruedas de los vehículos, especialmente en curva causando problemas de subviraje o sobreviraje
Total: afecta a todas las ruedas del vehículo, con lo cual es imposible controlar al vehículo.